domingo, enero 22, 2006

Yo-Yo Ma y Ennio Morricone

Hace un par de días, navegando por la wikipedia encontré la definición de Spaguetti Western. Se trata de una especie de apodo que se le dió a las películas de vaqueros que se rodaron a mediados de los sesenta, ya que en su mayoría fueron producidas por estudios Italianos. Películas tan famosas como "El Bueno, el Feo y el Malo", "Por un puñado de dólares" o "Érase una vez en el Oeste" (del director Sergio Leone) se encuentran bajo ésta denominación. (Una anécdota: Algunas escenas de éstas películas se rodaron en el desierto de Almería, en Andalucía.)

Mi interés se centra en Ennio Morricone, que compuso y dirigió las bandas sonoras de éstos filmes. Morricone consiguió que muchas de sus melodías pasasen a la historia. Alcanzaron tal reconocimiento, que es muy raro que una persona no haya escuchado algún fragmento a lo largo de su vida.

Buscando algún CD recopilatorio de la obra de Morricone, me encontré con un disco de Yo-Yo Ma, artista completamente desconocido para mí: Yo-Yo Ma plays Ennio Morricone. Según pude averiguar, se trata de un Chelista de padres Chinos, nacido en París. Es un músico reconocido a escala mundial, con una decena de premios Grammy (aunque eso quizá sea lo de menos), y es embajador de la paz de la ONU.

Después de haber escuchado el disco, estoy gratamente sorprendido con la experiencia. Mis temas favoritos son The Mission (Gabriel's Oboe), Once Upon a Time in the West (Main Theme) y The Good, the Bad and the Ugly (Ecstasy of Gold), por haberlos escuchado alguna vez, o por haber tenido la ocasión de tocarlos en la Banda de Música de Arteixo.

El disco es un regalo para los oídos, está lleno de diálogos entre los distintos instrumentos, sobre todo por parte de la familia de cuerda (Violín, Viola, Violonchelo y Contrabajo). En ocasiones es relajante, en otras apasionado. También aparecen momentos de gran romanticismo, pero lo que sin duda destacaría es el momento 100 % Western del tema The Good, the Bad and the Ugly (Ecstasy of Gold). Me encanta el virtuosismo del Chelo, muy apropiado para la ocasión, soberbio. El tema consigue que te imagines montado en un caballo, cabalgando por el medio del desierto (el ritmo de la percusión sugiere el trotar ligero de la montura).

Quizá he echado en falta el tema principal de The Good, the Bad and the Ugly. Es el único inconveniente que le encuentro. Me encantaría escuchar cómo la versionaría éste músico, que ya se encuentra entre mis favoritos, con total merecimiento.